El acelerado ritmo de vida que los tiempos modernos nos imponen, nos deja poco tiempo para reflexionar de lo importante de la vida misma.

 

Los valores como el dinero, la casa, el vehículo, el club, la sociedad, nos nubla el camino de lo verdaderamente importante que son aquellos que nos rodean, los que nos quieren, los que estarán con nosotros en las buenas y en las malas.

 

Hoy quiero referirme a una de ellas: la madre.

 

Todos tenemos o tuvimos una, esa mujer que sin pensar, sin vacilar, siempre está a nuestro lado para atendernos, para criarnos, para apoyarnos en nuestra economía, en nuestra salud, en nuestra estabilidad emocional.

 

Nuevamente el 10 de Mayo la celebramos, juntos en familia. Pero el 11 no la olvidemos, ella no es madre por un día, celebrémosla siempre, inclusive aunque ya no esté aquí.

 

Ella se lo merece.

 

¡Feliz Día de las Madres!